¡Cuidado con los quesos frescos no pasteurizados!
Cuando los quesos frescos se preparan con leche cruda (que no ha sido sometida a un proceso de pasteurización) pueden estar contaminados con bacterias patógenas como Salmonella, Escherichia coli productora de toxina Shiga, Campylobacter, Yersinia enterocolitica, Staphylococcus aureus, Brucella, Mycobacterium bovis, o Listeria monocytogenes.
Como hemos explicado anteriormente en este espacio, estas bacterias pueden causar enfermedades leves pero en personas vulnerables pueden ser graves o letales.
En esta ocasión hablaremos de Listeria monocytogenes y de la enfermedad causada por esta bacteria que se conoce como listeriosis.
La listeriosis es una infección sistémica, esto significa que la bacteria al ser ingerida con el alimento, llega hasta el intestino y luego penetra para llegar a diversos órganos del cuerpo. La bacteria se puede alojar en el corazón causando endocarditis o en el cerebro causando encefalitis o meningitis.
También puede atravesar la barrera placentaria y llegar al feto; si el embarazo es menor a tres meses, puede producirse un aborto; si la infección se adquiere después de los tres meses de gestación puede causar parto prematuro o el bebé puede nacer con listeriosis congénita.
En los Estados Unidos, los Centros para la Prevencion y Control de Enfermedades (CDC) estiman que el riesgo de contraer listeriosis es 23 veces mayor para las mujeres embarazadas de origen hispano!
Las mujeres hispanas son más propensas a consumir quesos frescos como queso ranchero, queso de mesa y panela que han sido elaborados con leche cruda (sin pasteurizar); ésto las pone en mayor riesgo de padecer listeriosis que al resto de la población.
La pasteurización es un proceso térmico leve seguido de un enfriamiento rápido que asegura la destrucción de microorganismos patógenos presentes en la leche cruda.
¡Cuida tu salud y la de tu familia comprando y consumiendo
productos lácteos elaborados con leche pasteurizada!
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